Creo en la inspiración que habita en lo simple.
En lo que a veces pasa desapercibido: una conversación, el ruido de fondo, una frase.
Creo que para crear no basta con hacer, también hay que ser.

El día a día es mi taller.
Las caminatas, las paginas de un libro antiguo, el olor a café en la mañana, las telas que aparecen en mi día a día, todo eso se convierte en semilla para mi.
Hay epocas en que sin darme cuenta recolecto y recolecto semillas, hasta que llega el día de plantarlas. A veces me desespero pensando en que guardo muchas y que planto pocas pero con el tiempo me doy cuenta de lo contrario.

La belleza no siempre está en lo grande. Muchas veces está en lo doméstico, en lo que parece repetirse, la magia: en lo imperfecto, en lo inesperado, en lo que me invita a mirar.

 

Este diario es un espacio para recoger esas pequeñas chispas.
Un lugar donde lo cotidiano se vuelve inspiración, donde cada detalle nos recuerda que crear es, ante todo, una forma de vivir.

 

M.